domingo, 18 de noviembre de 2018

María y la esperanza

"Se agazapó haciéndose un ovillo sobre sí misma, una especie de sopor invadió sus ojos y miró a lo lejos y allí le vió a él, se llamaba Soberbia y había sido uno de los primeros males en entrar en la caja, ella lo conocía bien...había visto muchas veces como aquel hombre que un día la miraba con cariño desesperado, carecía de todo tipo de sentimiento, ni siquiera la compasión, se habían amado y ahora sólo era capaz de sentir dolor, mientras que él que la había estrechado entre sus brazos desnudos al amanecer tantas veces ahora sólo era capaz de mirarla con ojos grises que se transparentaban, que no contenían nada de alma, solo un vacío que la devoraba día tras día, sin piedad y sin sosiego, de un día para otro todo el amor que le profesaba se convirtió en indiferencia.
Ella estaba abatida, había dejado de luchar una vida entera, había comprendido que jamás recuperaría su amor y que estaban condenados a vagar por el fracaso, en la penumbra, rodeados de males y miseria, de la negrura del mundo. Él en cambio estaba liberado, en una prisión que le había otorgado descanso, pasó tanto tiempo sufriendo porque no la tenía que ahora que sabía que era suya que estaba allí encerrada con él, ya no la quería, como si el mero hecho de conseguirla hubiese sido su objetivo y no el amarla como ella creía.
 
A él le habían carcomido el resto de los males del mundo que le tendían la mano fingiendo amistad, la Tristeza, el Desapego, la Ira, la Crueldad incluso, lo habían reclutado para su causa, cual fiel guerrero formaría parte de la legión que conquistaría el mundo para el mal una vez que aquella caja maldita se abriera.
Lo cierto es que cada noche, ella tenía un secreto que sólo compartía con la luna, porque cuando unicamente la luna la miraba desde el cielo salía de aquella caja oscura, y cuando todos dormían escapaba corriendo mientras sentía la brisa en la cara, y aquella fugaz sensación de libertad y de control le daban las fuerzas suficientes para soportar la idea de estar a su lado sin estar, de ver su cuerpo pero no lo que una vez fue, de sentir aún el calor de sus besos, unos besos dé alguien que ya no existía, que probablemente nunca había existido más que en su cabeza o en su imaginación.

Y allí noche tras noche erraba llorando por el desierto, que era lo mas lejos que se atrevía a llegar y cuando aún no había llegado el alba, volvía llorando a su cárcel, a aferrarse al recuerdo del hombre al que había amado mas que a nada, a intentar buscar en su mirada algo que nunca hubo y que solo ella creyó ver. 
Una de tantas noches que salió a buscar el silencio del desierto, el resplandor y la claridad que el cuajo de las estrellas tejía sobre la llanura, él se despertó y mientras todos dormían una rendija de la caja abierta dejó pasar la luz q se abrazó a la silueta de ella igual que un cachorro se abraza a su madre, con ahínco la dibujó para que él la viera, el mismo él que la había desnudado otras veces. Enseguida comprendió que veía, la silueta de aquella mujer por quien enloqueció de deseo creyendo sentir amor infinito, aquella misma mujer que ahora ya no le importaba volviendo del exterior.
- ¿Sabes salir y no nos lo has dicho?, preguntó indignado. Y ella lo silenció a base de palabras amables y lo sacó fuera para que la luz de la luna fuera el único testigo de su fechoría. Entonces él por una única vez volvió a ser él, efímeros momentos y le estrecho entre sus brazos y por instantes se amaron, la euforia que él sentía por haber sido liberado aunque fuese de forma caduca, se materializo en ese deseo otra vez y ella se dejo querer, engañandose a si misma pensando equivocadamente que estaba mas cerca de su corazón que le pertenecía a otra, a una que se llamaba Miedo. 
 
Decidió alejarse de la frustración que le suponía estar al lado de quien él creía que nada podía ofrecerle. Juntos vagaron por la noche hasta el amanecer, se dieron casi todo, todo lo que se le puede dar a alguien que no se entrega. Su noche fue tan intensa que lo olvidaron todo, incluso que tras la noche comienza otro día, incluso que la luz del amanecer los delataría fuera de la caja y Pandora, invadida por la curiosidad aprovecharía ese resquicio para averiguar que había dentro.

Entonces los males se dispersaron por el mundo ante el asombro de Pandora que aterrada de miedo se quedo observando paralizada sin saber q hacer. Esperanza vio la sombra de los males cernirse sobre ellos en el desierto y noto como una puñalada atravesaba su corazón mientras la soberbia despertaba de su sueño de amor y apartaba su cuerpo de su lado con desprecio. Lo cierto es q a medida q los males corrian por el desierto se iban secando y sus pasos eran mas lentos hasta quedar convertidos en rocas que se arrastraban casi imperceptiblemente por la llanura árida, seca y cuarteada hasta donde llegaban las fuerzas de Zeus que intervino como pudo para evitar males mayores. La vida que ha dado un dios otro no la puede quitar, asi que aun como rocas eran capaz de moverse pero de forma tan tenúe que pasaba desapercibida aparentemente...

Esperanza huyo antes de eso, volvío con un corazón árido a la caja a morir, pero Zeus la perdonó y la invitó a quedarse alli para siempre convencido de que algun dia todos los males seguiran a la Soberbia y la Soberbia que en realidad la ama a ella y no al Miedo volvera a buscarla. Pandora se comprometió a cuidarla y dio su palabra de que la esperanza jamas se perdería, aunque su corazón se habia secado para siempre, no volveria a amar ni a permitir ser amada..."

Hoy se sube a la pasarela de Chis and Bru Maria González Marqués, la mirada limpia y cristalina que emana de sus ojos verdes tiene el mismo brillo de un diamante, aunque mucho mas valor. María es informática porque en la vida es necesario dedicarse a algo por lo que te pagan dinero, pero en realidad se dedica a rescatar personas, mientras reparte trozos de corazón por el mundo. Ella siempre dice que la vida es como una montaña rusa, y lo cierto es que si María te da la mano en una de esas bajadas, tendrás la seguridad de que la subida llegará tarde o temprano. María, quiero decirte desde esta esquinita imperceptible del mundo pero enorme para mí, que Felicidades porque hoy es tu cumpleaños, que Gracias, uno muy grande, infinito por todo lo que tu ya sabes, por rescatarme y por darme la mano y como decimos muchas veces en inglés "last but not least", que Enhorabuena por ser como eres, un ángel, uno de los de verdad.

Lleva para la ocasión, vestido de corte evasé en pailletes ahumados sobre base gris y mangas abullonadas en pluma negra, stilletos en plata, cinturón y cartera en gris y brocados en plata, y tocado con brillantes ahumados y pluma negra. Quién conoce a María sabe que le hubiera pegado mas ser de colores vivos, pero quería resaltar tres cosas de ella, su espíritu de algría y fiesta con los pellets, su melena rubia de rayos de sol y su fondo, q es verde claro, color esperanza, la esperanza de un mundo mejor con personas como ella.



"En 1948 los geólogos Jim McAllister y Allen Agnew, cartografiaron por primera vez un curioso fenómeno que ocurre en el Valle de la Muerte en California y Nevada, unas rocas de elevadas proporciones, alguna de ellas de hasta 320kg, parecen desplazarse solas sobre la resquebrajada superficie del desierto. En el Racetrack playa como se llama la zona, han sido varias las hipótesis que se barajan sobre que se esconde tras la oscura fuerza que arrastra esas rocas.
La versión oficial finalmente conviene que es el hielo quien crea finas superficies bajo la árida llanura sobre las q las rocas se deslizan dejando rastros de hasta 900 metros.
Pero, si Zeus esta en lo cierto, es probable que Mary Ann, la mas famosa de las piedras de Racetrack sea en realidad la soberbia que sin perder la esperanza, vuelva arrastrándose a la caja donde la vio por última vez, aquella misma caja en la que estando con ella la tenía mas lejos que ahora. "

Hasta la próxima muñeca!

1 comentario: