jueves, 23 de noviembre de 2017

María y la maldición

29 de Marzo de 1960

“Era de noche, una noche cerrada como si presenciase el mundo desde la mismísima puerta del infierno. Llegó en un coche, un coche entre tantos otros porque nada importaba. Todo era poco entre tanta opulencia pero todo era mucho para tener otro heredero. 
El mundo entero los miraba, y el amor no tenía espacio entre las cuatro paredes en las que ella vivía, que al resto de la humanidad se le antojaban palaciegas y a ella le parecian demasiado pequeñas para la enorme libertad que le robaban, el poder decidir, el llevar una vida normal, una vida en la que una mujer abraza con fuerza su vientre, ese vientre que alberga a su hijo, ese hijo que es del hombre al que ama, sin importar quien es o como se gana la vida. 
No se había reconocido a si misma el día en el que le admitió a Aristo que esperaba un hijo suyo y él la había invitado a deshacerse del "problema". Ella fingió normalidad, como si nada hubiera pasado, pero desde ese momento e inconscientemente, comenzo a preparar un plan alternativo que le permitiese tener a su hijo. 
Si era capaz de convencer a Aristo de que nadie sabria de su existencia, ya estudiaria en el futuro como proporcionarle una vida normal y como hacer que su padre lo aceptase. 
Buscó el lugar idóneo y encontró un orfanato en Estambul, en la costa, lejos del mundanal ruido, en Büyükada, decían que era el edificio de manera más grande de Europa y por aquel entonces estaba casi vacio...”

5 de Abril de 1898


“Eleni se retocó su vestido, tan negro, con tantos detalles...era una señora de los pies a la cabeza, de eso a nadie le cabia la menor duda. Cada perfecto e inmaculado pliegue de su pomposo vestido negro, desprendía ese brillo que solo da el dinero, esa satinada superficie que compra todo lo comprable y lo que tampoco se puede comprar. 
Su padre, había amasado una enorme fortuna y como el dinero solo llama al dinero y al desastre, habia casado a su hija Eleni Zarifi con el heredero de la otra familia de banqueros mas importante de Grecia, así uniendo fortunas habian creado una curiosa sociedad con pliegues de vestido perfectos en el cuerpo de una joven viuda que muy a su pesar llevaba esa vida rancia, acartonada y encorsetada en formas y maneras que la sociedad con ojo avizor esperaba de ella. 
Con mucho dinero pero con poca imaginación, Eleni pensó que también podría comprar un pasaje a la primera fila de una vida mas divertida que la que llevaba con ciertas operaciones algo mas estratégicas que de costumbre.
Asi que en secreto y por muy bajo coste como aquel que compra una pintura robada por accidente en un mercadillo de segunda mano, se hizo con un colosal edificio de madera que la Compagnie Internationale des Wagons-Lits habia construido como casino y hotel de lujo. Eleni estaba convencida de que si hacia creer a la sociedad que sus negocios pasaban por reflotar aquel proyecto de lujuria y perdicion, no le quedaria otra que llevar una vida adecuada al negocio con fines puramente laborales.
Pero lo cierto es, que su marido habia sido la mano derecha del sultán Abdülhamid II, el mismo hombre que con su negativa insistente había impedido que el hotel tuviera los permisos necesarios para ponerse en marcha, y fue el mismo sultán el que percatándose del intento de Eleni por puritanizar una vida de lujo y desenfreno la mando llamar muy alterado.
Detras de un trato distante y protocolos varios, el sultán dio las instrucciones precisas para que su personal hiciese las gestiones necesarias para ver a Eleni a solas. “No permitire que dilapides la fortuna de Stephanos, o que creas que puedes llevar una vida de desenfreno y que no hare nada por impedirlo” "Prefiero verte antes muerta!!”
Eleni palideció, porque hasta ese momento tenia la completa convicción de que su plan para blanquear una vida alternativa no tenia fisuras. “No se por quién me has tomado Abdül, Stephanos siempre fue favorable a las acciones de caridad y el patriarcado ortodoxo de Constantinopla necesita responder a las necesidades de la comunidad”
Abdül se giro escéptico sobre mismo, para observar a aquella mujer de inteligencia deslumbrante que le había ganado la guerra dialéctica sin despeinarse.
“Disculpa Eleni, ser sultán requiere mirada crítica, quizá he percibido una falsa segunda intención” fingió un Abdül aparentemente apesadumbrado
Pero si estaba convencido de que no habia errado en absoluto en su juicio crítico, la actitud de Eleni hizo que se reafirmase: “No te preocupes Abdül, me encargaré de que ese edificio sea un orfanato en el que albergar a los niños griegos de Turquía”
Ni restos de indignacion en aquella frase, sonaba mas a un cambio de planes.
Abdul quiso hacerle saber a Eleni que la vigilaba de cerca: “Eleni, hay que tener cuidado, nuestros deseos impuros pueden resultar verdaderas maldiciones para nuestros buenos propósitos”
Su negra mirada y la corta distancia a la que lanzó semejante maldicion, hizo que Eleni se estremeciera. Aquel tono cargado de intenciones le parecio una autentica profecia, un hechizo a la altura de los cuentos de Perrault, en su ensoñacion pudo ver hasta un humo negro que instauro en ella la firme conviccion de que aquel orfanato estaria maldito por los siglos de los siglos...”



Hoy se sube a la pasarela de Chis and Bru la gran Maria Callas, apodada “la divina” por sus grandes dotes vocales, rindió a sus pies los encenarios mas importantes para belcanto de la época, su fulgurante carrera solo se vio empañada por su atormentada vida que se plasmó en una muerte temprana en 1977. Para la ocasión luce un lbd con salones perla y collar a juego, chaqueta mostaza con manga trompeta y tocado a juego con bolso dorado.

30 de Marzo de 1960

“Tenia ese sabor metálico en la boca, ese que solo se tiene cuando la tristeza y el dolor te invaden, el preludio a un llanto incontrolado. Aún su cuerpo estaba caliente, era un niño, pero ella se nego a mirarlo, no queria recordar su imagen, no queria tener nada en su mente con que culparle, con que martirizarle por no ser mas generoso, por no haber querido darle esa vida que ella queria tener, una vida sencilla de un matrimonio que se ama y tiene hijos, de personas normales y corrientes, sin necesidad de dinero, lujos o fantasia pero si de amor. Él se sentia culpable y pequeño al mismo tiempo, era uno de esos momentos que no le gustaban nada porque le recordaba que todo el dinero del mundo era poco si la suerte no estaba de tu lado. Se acerco a ella y beso su frente, limpió las lagrimas que resbalaban por sus mejillas y solo dijo: “Mañana nos iremos de este antro y lo quemaré si es preciso, ahora descansa”

Maria Callas y Aristóteles Onassis tuvieron un hijo en secreto en 1960, que murió a las dos horas de vida, aquella tormentosa relación marcada por los desencuentros y los escándalos desde sus inicios fue para muchos el motivo que acabo con la vida de “la divina”. 

En 1898, Eleni Zarifi, donó el edificio de Büyükada al patriarcado ortodoxo de Constantinopla con la condición de que se utilizara como Orfanato para la comunidad griega en Turquía, durante algo mas de 60 años, todos los niños pobres huérfanos de las guerras del Imperio Otomano, encontraron alli un refugio. El edificio que parecia maldito desde sus inicios, cerró sus puertas en 1964 por motivos no del todo claros. Durante muchos años, el edifio de madera mas grande de Europa, ha permanecido abandonado. 

Aquel proyecto de casino, que pareció ser la panacea de Eleni Zarifi y Maria Callas en momentos distintos de la historia, no fue más que una quimera o quizá una realidad, empañada por un sultán con una mirada demasiado crítica.

Hasta la proxima muñeca

domingo, 12 de noviembre de 2017

Mónica y el unicornio

"Era Mayo, el olor de las flores había invadido el aire de tal forma, que parecía imposible respirar sin sentirse impregnado por ese dulzón aroma de narcisos.
Unos suaves rayos de luz acariciaban el pelo de una niña, que saltaba alegre varios metros por delante de ella, sonriendo y columpiándose sobre sus pies de forma alternativa mientras daba la mano a un señor vestido de domingo, que a juzgar por la ternura de su rostro y la idílica estampa que dibujaban, era sin duda su padre. 
Comparó las manos buscando un porqué, la mano que daba la niña que iba delante de ella era una mano fuerte, ruda, una mano sin duda usada para trabajar, una mano que aparentemente estaba caliente, la típica mano que ofrece seguridad y bienestar, una mano de un héroe, una mano de un padre.
Por el contrario, la mano que ella asía era frágil y fría, era una mano delgada con unas uñas bien cuidadas, unos dedos largos y finos con una fina alianza de casada, era una mano en la que terminaba un brazo frágil, el de su madre, cuyo semblante serio y callado le daba cierta tristeza.
Su corta edad era, la clásica razón por la que el mundo parece un lugar que todavía se puede cambiar, un sitio con reglas aún por escribir, en cada gesto habia una oportunidad para cambiar el mundo y para construir un porvenir mejor.
Continuaron caminando y llegaron a la parada del autobús, entonces allí pudo colocarse cerca de aquella niña, aquella niña rubia como el oro que tenía algo que ella ansiaba mas que nada en el mundo: el cariño de su padre.
Allí la miraba con admiración, estudiando cada movimiento, cada acción como si solo en ella pudiera encontrar la respuesta a la pregunta que rondaba en su cabeza durante todo aquel paseo: ¿Por qué a ella si y a mi no?
Entonces de su abrigo extrajo un papel del tamaño de una cuartilla y con la mejor de sus sonrisas se la ofreció a él, a aquel hombre protector y cariñoso que la acompañaba.
Él, fingió una aparente fascinación y sorpresa, tanto fue así, que creo en ella una necesidad de saber, de saber que contenía aquella cuartilla mágica que había causado tal reacción en aquel hombre corpulento y aparentemente fuerte.
Avanzó algún paso y levantó la barbilla todo lo humanamente posible para otear la obra maestra. Se trataba de un desgarbado unicornio, recubierto de forma torpe con brillantina y un casi ininteligible “te quiero papa” que como un dardo envenenado se clavó en su corazón de tal forma que no tuvo más remedio que desear con todas sus fuerzas llegar a su casa para probar suerte. 
El autobús llegó a su destino, y cuando descenció miro a la niña rubia por última vez, en forma de agradecimiento, gracias a ella había entendido cual era la clave para acercarse a su padre, aquel unicornio mágico le abriría las puertas del cariño de aquel hombre desconocido e importante que vivía en su casa.
No tenia tiempo que perder, llego y se aprovisiono de cuartillas y purpurina, y con todo esmero replicó aquel unicornio. Cuando terminó, lo miro con la misma satisfacción del que esta ante su obra maestra, del genio que ha tenido la suerte de tener el dia inspirado. Se detuvo en su “te quiero papa” repasando con la vista cada trazo, asegurándose de que se entendía bien, de que no había duda, implorando inconscientemente que aquel hombre que no la veía, fuera capaz de quererla por una vez, de fingir que estaba maravillado con aquel unicornio mágico y brillante.
Llegó la hora, su padre entraba por la puerta y Nella se abalanzó sobre él con su unicornio en la mano, pero su padre ni siquiera alzó la vista para mirarla, paso a su lado leyendo una carta que parecía muy importante. Nella estaba convencida de que ver el unicornio cambiaría radicalmente su cara y le persiguió por la casa con el dibujo en ristre hasta que con una mirada opaca el se giró y mirando su unicornio le dijo: "Nella, deja tus juegos. Es tarde y la purpurina contamina el entorno" Sin mas dilación se giro de nuevo a su carta y prosiguió su lectura.
Nella sintió una punzada de dolor en su corazón, su padre no estaba allí con ella, en realidad nunca había estado. Del dolor, paso a la resignación y de allí a la rabia, la misma rabia que le acompañó a romper la cuartilla con unicornio incluído en trocitos de papel diminutos que tiró en el suelo del pasillo.
Esa noche se fue a la cama y los sollozos se encontraron a medio camino con el sueño. Su padre volvió de una de tantas ensoñaciones en las que solía perderse y se dio cuenta de su error, recogió los papeles del pasillo apesadumbrado, pensando que lo recompondría cuando tuviese tiempo..."
Hoy se sube a la pasarela de Chis and Bru, Mónica Vitti, con vestido rojo de corte sixtie, cinturón joya y salones en plata, tocado y clutch de inspiración Mibuh, con pluma y brillantes en rojo.

Es una de las actrices más completas que ha dado el cine italiano, grande tanto en drama como en comedia, atraía a la cámara por su fuerte personalidad marcada por una voz grave y rasgada. En 1995, recibió un muy merecido Leon de Oro como premio a toda su carrera cinematografica.
En Mayo de 1937, Mónica Vitti, paseaba con su padre por el centro de Roma, en una deliciosa mañana en la que no sólo el sol y las flores de Mayo fueron testigos de su complicidad y cariño, pues a pocos metros de ella, Nella Fermi la hija del famoso físico italiano Enrico Fermi, observaba envidiosa una relación entre padre e hija que desencadenó importantes acontecimientos.
Ocho años después, en Julio de 1945, Enrico Fermi entre otros físicos importantes del momento presenciaba en Nuevo México la primera detonacion de una bomba nuclear en la Prueba Trinity dentro del Proyecto Manhattan
En el bolsillo de su chaqueta, como en los últimos ocho años llevaba los trozos de papel que un día fueron un flamante unicornio de purpurina en una pequeña bolsa de tela, pues se había convertido en una especie de amuleto y de condena al mismo tiempo. Le recordaba a diario todo lo que se había perdido por prestar su mente al servicio de la ciencia y el desastre humano.
Siempre habia pensado que nunca había sido capaz de ayudar a Nella, de ser un buen padre, al menos el padre que ella hubiera necesitado, pero aquel día rodeado de físicos y expertos, se dio cuenta de que era precisamente su hija quien más le podia ayudar en sus experimentos, sostuvo entre sus manos los fragmentos del unicornio y cuando sintió que el choque de la onda expansiva se acercaba los lanzó al aire ante la perplejidad del resto de la cuadrilla de expertos.
Tras unas mediciones que observaban el lugar donde habían caído los fragmentos y unos sencillos cálculos, estimó que la explosión había sido equivalente a unas 10.000 toneladas de TNT tal como, tras complejos procesos de cálculo y exhaustivas mediciones de campo se pudo comprobar semanas más tarde.
Esa noche fue diferente, las familias de los físicos involucrados en el proyecto Manhattan vivían en un mar de secretismo, en una mezcla de culpabilidad por estar creando armas de destrucción masiva y de responsabilidad porque el mundo las demandaba y era una especie de mal necesario. Nella vio a su padre llegar y se coló en la cocina mientras él miraba a la nada pensando.
“Estas haciendo cosas para la guerra ¿verdad papá?”
"No Nella", dijo Enrico Fermi esbozando una sonrisa, "en realidad acabo de conseguir que tu unicornio por fin vuele..."


Hasta la proxima muñeca