La Haute Couture, o alta costura tal y como hoy la conocemos, no tiene un origen tan francés como cabría esperar, y es que fue Charles Frederick Worth, nacido en el Reino Unido, el diseñador que sentó sus bases: empezó a firmar sus diseños como hace cualquier artista con su obra, e introdujo el concepto de colección tal y como lo conocemos hoy en día a través de los diseñadores actuales.
Worth producía su obra en la Francia de mediados del diecinueve, que derrochaba elegancia en los ropajes, con tules y sedas exquisitos lucidos por emperatrices, y damas de la corte, como paso previo a la maravillosa Belle Epoque que comenzaría pocas décadas más tarde.
La firma Dolores Promesas, presenta todas las temporadas además de su colección habitual, una línea basada en los conceptos de alta costura y con una hechura y calidad del tejido impecables. Sus acabados se traducen en trajes o vestidos dignos de una firma de alta costura certificada. Esta línea se denomina Heaven, el cielo para los ingleses, pero en su aspecto más espiritual, algo así como paraíso celestial para nosotros. Supongo que sus creadores en el fondo pretendían hacer sentir en el mismísimo cielo a todas las mujeres que llevasen un Dolores Promesas Heaven puesto, y a juzgar por el éxito y el crecimiento de la firma desde su creación, lo van consiguiendo.
La mujer que hoy me inspira, repite. Es de nuevo Alicia Hernández, Directora Creativa de la firma Dolores Promesas, hoy es un día especial para ella y este es mi homenaje: un Heaven en fieltro, strass y raso rojos con cartera en rojo y plata y un recogido años 20.
¡Felicidades Alicia!. Espero que continúes tan hermosa por dentro y por fuera como eres ahora. Supongo que como dijo Kafka conservas la habilidad de ver la belleza y eso te mantendrá siempre joven.
Hasta la próxima muñeca.
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