Maribel y Blancanieves

En el estado de Hesse, en Alemania, se encuentra la ciudad de Lohr am Main, y en esta ciudad hay un precioso castillo hoy reconvertido en museo que en su día perteneció a la familia Von Erthal. Familia de alto linaje, que se codeaba con reyes y reinas y que en 1729 tuvo la gran suerte de recibir a una preciosa hija llamada Sophia Margaretha, tan blanca como la nieve. Casi la ciudad entera, vivía enamorada de la preciosa niña, por su mirada angelical y la bondad de sus actos, tanto es así que la segunda esposa de su padre, no conseguía ser feliz y se sentía desdichada, pues en el fondo, y tal como se ha transmitido en la ciudad y en los pueblos de alrededor, generación tras generación, vivía atrapada por una gran envidia hacia Sophia por su bondad y carisma.

El padre de Sophia, en un intento de contentar a su nueva esposa, le regaló un magnífico espejo provisto de un mecanismo de reverberación que permitía escuchar a modo de eco las terminaciones de las frases, de forma que cuando la desdichada mujer preguntaba: "¿Quién es la más bella?", el espejo parecía responder: "La más bella" sintiéndose por un instante dueña de todos los anhelos, incluidos los de su espejo. Dicho espejo actualmente, supone la atracción más inquietante del museo, así como los relatos sobre minas cercanas de plata y oro en las que trabajaban hombres con gorro de corta estatura que parecían enanos y no debían ser más que niños desnutridos y envejecidos prematuramente.

Casi setenta años después, dos hermanos originarios de Hanau, también en el estado de Hesse, concretamente a unos 70 Km de Lohr Am Main, publican un libro en el que cuentan todas las historias que han conseguido recopilar de la tradición local oral, el libro de nombre Cuentos para el hogar y la infancia publicado en 1812, iba firmado por los Hermanos Grimm, y entre los cuentos que contenía, había uno llamado Blancanieves y los enanitos.

Hoy se convierte en Chis&Bru Maribel Verdú, es mi homenaje particular a esta mujer que el otro día dejo un poco triste, un poco desnuda a la alfombra roja de los Goya. Grandes actores y grandes actrices la recorrieron pero faltaba ella. Con el paso de los años, me he dado cuenta de que siempre ha sido muy generosa con el cine, porque está profundamente enamorada de él. Es un amor desprendido, que se palpa en cada escena que interpreta, un amor a cambio de nada. Maribel nunca ha sido interesada, rechazó al mismísimo Ben Affleck y no quiso participar en Daredevil, entre otros, porque ella lo que ha querido siempre es hacer buen cine, interpretar personajes en historias interesantes, que transmitan. Es problabemente una de las actrices que mejor maneja los silencios, tanto que deja huella en las películas que hace.

Para la ocasión he vestido a Maribel con los colores de blancanieves: vestido en azul Klein, amarillo y cuello rojo, con cinturón rojo y sombrero en azul klein con detalle en raso rojo, cartera en azul klein con raso rojo y cierre en flor amarilla y unos salones rojos.

Paradojas de la vida, Maribel interpretó a la malvada madrastra en la versión del mítico cuento de Pablo Berger, cuando en realidad su bondad para con el cine y su carisma la convierten en perfecta candidata para ser Blancanieves. En definitiva, y por incrreible que parezca, igual que en Lohr existió la auténtica princesa Blancanieves y se llamaba Sophia Margaretha, en el cine también la auténtica princesa Blancanieves existe y se llama Maribel Verdú.

Hasta la próxima muñeca.

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