martes, 18 de diciembre de 2012

Ava y el crochet

Durante los años 30, una chiquilla corría descalza por los campos de algodón y tabaco de Carolina del Norte, la misma chiquilla a la que más adelante la industria cinematográfica junto con medio mundo adoraría por su exhuberante y fotogénica belleza. Dicen que enamoraba a la cámara y a los hombres de tal manera, que su presencia no dejaba indiferente a ninguno.

Pero esa sensualidad que emanaba, ese espíritu indómito que nació con ella, la alejaba al mismo tiempo de ser una señorita refinada como quizá su madre de orígen irlando-escocés y con recia moral victoriana  hubiera deseado.

Ava, tenía que ser una Chis&Bru, no en vano ha pasado a la historia como uno de los mitos del séptimo arte. Su presencia en títulos como Mogambo, El Gran Pecador y como no La Condesa Descalza, le dan el pasaporte necesario para entrar en el olimpo de las grandes estrellas.

Yo he querido devolverle a Ava, lo que su belleza le robó, el aire irlandés refinado que tanto hubiera querido su madre que tuviera. El crochet era en el s.XIX la ocupación de las más refinadas señoritas irlandesas, y aquellos que lucían encajes de crochet ganaban en prestigio.

Ava convertida en Chis&Bru, lleva un vestido de crochet rojo, con tocado y bolso a juego, una apariencia lejana de aquella mujer de belleza apabullante que lució en los años 50. Invito desde aquí a todo el mundo a ver alguna de sus películas, es la mejor fuente de información para comprobar que efectivamente ha podido ser "El animal más bello del mundo".

Hasta la próxima muñeca.



2 comentarios:

  1. hola, te ha quedado muy mona!! me encanta!!! te he dejado un regalito en mi blog, pasate a recogerlo, besetes guapis!!!!

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    1. Hola guapa. Muchas gracias!!! En cuanto pueda publico la entrada, siento la tardanza pero la culpa es de las fiestas ;-)

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